Acabado el trabajo, volvemos sin prisa a casa.
Aunque no muy espaciosa , nuestra casa sirvió dignamente.
Beberemos vino en la ventana del sur, o daremos un
relajado paseo, disfrutando de la belleza de la montaña.
Tenemos que trabajar duro, pero cuando cae la tardeo nos retiramos a casa después del trabajo, tenemos que encontrar la auténtica paz disfrutando de las cosas sencillas.
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