Pescado fresco en mi plato, flores a mi lado.
Un trago de buen vino en el fresco de la tarde.
La marea está subiendo; el barco se mueve.
Mi corazón se alegra; mi espíritu se eleva.
Tranquilidad. Después de tanto esfuerzo y trabajo, de tantos calentamientos de
cabeza. Nuestro fogoso ritmo de vida nos domina. Tengamos el momento para
reflexionar. Más serena y tranquila debe ser, necesitamos descansar y disfrutar de lo conseguido. Sea lo que sea (poco o mucho) y probar de nuevo las delicias de la vida.
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